La cama me llama,
su susurro me enloquece.
Apenas atiendo señales
pero veo tu foto y esos ojos,
y los mios se ponen como platos.
Me desvelan y me quieren dejar aquí despierto,
solo por eso te digo
porque si sigo atendiendo a esa mirada mi sueño no conocerá lugar.
Buenas noches.
Escribiendo cartas paso las horas, cartas condenadas a vagar por el cajón de las horas muertas, cartas que lo más cerca de correos que estarán será de mi Hotmail, cartas que contienen cientos de momentos, miles de anécdotas y millones de sensaciones, cartas que relatan sucesos únicos en mi vida, cartas en las que escondo mis secretos más ocultos, cartas en las que solo escribo la verdad más absoluta de mi ser, cartas que susurran al silencio mi razón de ser, cartas que viven sin ser cartas, cartas cuyas palabras desean escapar volando hacía su fiel destinatario, cartas que quedan en el más absoluto olvido, cartas que son encontradas… y cartas que están hechas para dejarse leer y hacer ver el mundo que escribir cartas es…
Y vivir en el ostracismo de mi mente, apartado de lo sucedido y de lo que está por suceder, desterrado de mi propio cuerpo. No quiero pensar, así las cosas irán mejor y no tendré porque tejer una cubierta de lana a mis pensamientos negativos para seguir confiando en que te puedo conquistar, que llegará el día en el que no tenga que tomarme dos copas para sentirme cerca de tus labios, hecho que solo se produce en mi ebria imaginación, hecho que no puedo imaginar en el estado puro y limpio de mi mente, avergonzado en una esquina, retraído al verte, temiendo tu no por respuesta, no contemplo el momento en el que pueda abrazarte sabiendo que eres mía, pero ando imaginando cada segundo como será nuestro primer beso, pido que me comas con la mirada y que yo sufra el descaro de mi propia desvergüenza lanzándome a tus labios de forma descontrolada, pudiendo saborear tus labios de fresa, tu calor del infierno y la brisa de tu cielo, donde con tus alas de ángel espante todos mis diablos y me dejes conocer lo que algunos llaman felicidad. Momento en el cual podré morir tranquilo sabiendo que la eternidad será nuestra, vivo, en tierra acariciando tu cuerpo angelical, y muerto, en el más allá oliendo tu aroma más terrenal. Dos mundos enfrentados, encontrándose en nuestro propio punto intermedio, en el centro de nuestras manos agarradas, nuestro corazón hecho uno, nuestros labios pegados o nuestra almas pidiendo no ser nunca separadas.
Alberto Ortiz 21/04/2011
"229" habla del tiempo en que un enamorado pasa lejos de esa persona que fue tremendamente especial en su pasado. Y del porqué el pasó por la vida de su amada.
"229"
Una vez pensé en que podría poner límite al tiempo de mis sentimientos, que marcar un día en el calendario para terminar una fase de una relación iba a ser posible, 229, esos eran los días, contando desde ese mismo momento en el que tuve la gran idea escuchando "soldado 229" de poner esas 5496 horas como tope para que tomara una decisión, día en que un servidor la llamaría y le haría la pregunta de: ¿conmigo o sin mi?
en su vida solo como paso para hacerle creer en el amor, en el cariño, darle fuerzas y ánimos para que viviera su vida, la que en su día empezó con el pie izquierdo y a lo largo de ella fue convirtiendo su estancia en este mundo algo mas llevadera, aunque siempre le apareció un maldito diablo en alguna de sus etapas que le ponía una
zancadilla más en su camino, pero en su peor momento aparecí por algún motivo, se sinceró conmigo, me contó algo impensable que le había sucedido (digo impensable de contar a alguien a quien acaba de conocer) algo que me hizo ver que sería especial el resto de su vida. Entonces comprendí que conmigo solo podía vivir viendo el vaso medio lleno, todo en positivo, quería pintarle la vida de color rosa, llenarla de vida, mi objetivo era mostrarle que la vida era un regalo y no un castigo.
¿Lees eso, el título?; soldado 229, esos días son los que nos quedan para saber que será de nosotros, estemos o no estemos, nos veamos o no nos veamos, hablemos o no nos hablemos... haré la pregunta, y querré oír un, sigamos juntos tu y yo solos o hasta aquí hemos llegado.
Un regalo que fue el culmen a su última etapa en la escalera de su nueva vida, escalera en la que aparecí para empujarla y asentarla en su nueva vida para lo que iba a recibir al llegar.
14/10/10
El paro en España alcanzó en Abril casi los 5 Millones de afectados, hoy me voy a centrar en una de las historias que viven estas personas sin empleo. Y es que llevo tiempo viviendo la historia de Javier, 43 años padre de familia, es una amigo de la familia, él como muchos de los parados en España tiene una hipoteca que pagar, dos niñas a las que criar, lleva un año buscando trabajo y no pone pegas, quiere un trabajo en lo que sea, pero no encuentra nada.
Viendo que no encontraba un trabajo para salir adelante decidió emigrar como nuestros antepasados a Alemania, allí buscaría empleo. Pero no más allá de la realidad, la burocracia le hace volver a solucionar unos problemas cuando ya estaba a punto de firmar un contrato, cuando regresa no tiene nada, ese contrato se había esfumado. Regresa de nuevo a España, con un contrato apalabrado en Alemania y le llaman desde Suiza para un trabajo de mayor categoría, decide ir allí, cuando llega se da cuenta que lo han dejado colgado, tiene que vivir en bidones, como en los asperones o cualquier aldea marginal. Allí se ve rodeado de
Polacos, Checos, Turcos, Bielorrusos, gente de calle, todo esta hecho una pocilga, con miedo pasa allí el tiempo que puede, cuenta que “cuando salía de mi bidón agarraba la mochila, era la único que tenía y no confiaba en nadie”. El único trabajo que encuentra es de 800€, con ello tiene que pagar 500€ de hipoteca y 300€ por vivir en esos bidones, como es normal no le queda nada para vivir allí, así que sin pensarlo, “no me quedaba otra, mis ahorros se me esfumaban”, decide volver.
Javier es una persona que lo da todo por su familia y amigos que siempre ha destacado por sus ganas de vivir, hoy ha perdido la esperanza y ya no cree en nada, solo quiere un trabajo que hoy en día, quizás, es pedir mucho. Él está dispuesto a todo, pero hoy es un ser hundido y sin esperanza, después de tanto luchar y no ser recompensado, ve como la vida le castiga y no le da lo que sin duda él se merece.
