Mi débil felicidad
Voy perdidito y me he encontrado a una princesa, me he encontrado entre
sus labios cuando besa, besa, me besa…
Una vez leí que la vida es irónica porque aquella persona
que saca lo mejor de ti y te hace más fuerte es tu debilidad. En mi caso esa
persona que aún no saca lo mejor de mi pero quizás me esté haciendo más fuerte
sin darme cuenta es la que me hace feliz. Son noches, horas, minutos, o tan
sólo suspiros de felicidad, pero es por la que merece la pena mirarse al espejo
y verse débil ante el mundo.
La vida no se trata de esperar a que la tormenta pase, se
trata de aprender a bailar bajo la lluvia, eso es lo que me hace afrontar mi
debilidad, y no dejarme llevar sino mirar la situación e intentar disfrutar el
momento, esperar a cada segundo a su lado, verla sonreír y regalarme un nuevo
cielo. Disfrutar con las cosas de las que algún día me podría enamorar, su
caminar, su despertar, su forma de hablar, su mal humor, su pelo, su voz… Y así
esperar al instante en el que soltaría el mundo para coger su mano.
Este es mi plan, al menos es el que quiero mantener aunque
¡No sé que hacer! Sólo sé que quiero quedarme aquí. Sólo quiero estar aquí
contigo el mayor tiempo que pueda. Estoy
intentando descubrir qué hacer, pero no sé. No tengo la menor idea de cómo
descubrirlo. Porque necesito que me lo digas.
Soy de los que piensan que no conocemos a las personas por
casualidad, todos estamos destinados a cruzarnos en nuestra vida por alguna
razón, no tengo la certeza de porqué estamos en el mismo punto de nuestro
camino, sólo sé que nos han colocado aquí por algún motivo y pienso caminar a
tu lado hasta comprender el porqué y por cuánto tiempo.
No sé ni cómo, ni cuándo, ni dónde,
pero si va a ser… será en su momento.
Y será hermoso.
Alberto Ortiz
31/10/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario